domingo, 3 de junio de 2012

Videojuegos aplicados a matemática

Las materias que tienen como base operaciones numéricas han significado desde siempre el temor o la tirria del común denominador de estudiantes alrededor del globo.

Partiendo del hecho que necesitamos ejercitar un hemisferio diferente del cerebro al que usualmente utilizamos para interactuar diariamente, muchas personas simplemente se enemistan con todo lo que envuelva al curso pues sienten que "los números no están hechos para ellos".

Esta situación representa un reto aún mayor para los maestros, que muchas veces no saben de qué estrategias valerse para mostrar a sus alumnos que realizar uno de los ejercicios propuestos está muy lejos de ser imposible, que sólo basta un poco de determinación y mucha voluntad, que la solución al problema está dentro de ellos mismos. Es en estos casos que la aplicación de los videojuegos en el aula es ideal.

Los juegos de video más allá de presentar simpáticas gráficas y ser un medio fantástico de entretenimiento, promueven el desarrollo de capacidades fundamentales para las áreas de ciencias, como son la toma de decisiones para resolver las adversidades que se presentan en el camino, la voluntad para persistir en la lucha por lograr los objetivos a corto, mediano y largo plazo, el razonamiento para escoger la senda que conduzca a la victoria y una sumamente importante: la inteligencia emocional, capacidad que es definida por diversos especialistas como la destreza para controlar las reacciones frente a diversos contextos.

Existe una gran cantidad de videojuegos relacionados a las ciencias que pueden motivar las actitudes anteriormente mencionadas, en nuestro centro educativo se utilizan dos de ellos,  que luego de haber sido utilizados por años como juegos normales, se transformaron al sistema tecnológico para crear una experiencia un poco más acorde a las nuevas generaciones. El primero es el muy popular sudoku, aparentemente muy sencillo pero excelente para ejercitar el razonamiento y la voluntad, el segundo es más complicado; sin embargo, muy entretenido, me refiero a la Torre de Hanoi, creada por el francés Éduard Lucas, por medio de la aplicación de ciertas fórmulas es posible determinar la menor cantidad de movimientos para mover ocho discos de una torre a otra, teniendo una en el centro y con la particularidad que ningún disco puesto sobre otro puede tener mayor radio que el anterior.

Después de todo podemos afirmar que las matemáticas sí pueden ser divertidas, gracias los videojuegos muchas monótonas clases que llenan la pizarra de aparentemente incomprensibles leyes y operaciones tienen la oportunidad de dar un giro radical para hacer gozar con los números a miles de estudiantes.

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